Recordemos qué sucedía en los territorios palestinos antes del 7 de octubre de 2023… En octubre, mientras miles de jóvenes bailaban en el festival de música Supernova cerca de Gaza, miles de palestinos inocentes permanecían encarcelados en prisiones israelíes. Al mismo tiempo, decenas de miles de huérfanos palestinos vivían en duelo por sus familias asesinadas, mientras la mayoría de la población intentaba sobrevivir con menos de dos dólares al día.
El 7 de octubre de 2023, el mundo entero despertó con la noticia de un ataque… Los medios occidentales y estadounidenses difundieron durante todo el día e incluso durante meses que cientos de terroristas habían atacado a civiles inocentes en un festival en Israel, habían violado a mujeres y habían decapitado a 40 bebés.
Sin embargo, la realidad era muy distinta. Las acusaciones sobre los 40 bebés y las agresiones sexuales nunca fueron verificadas. Por el contrario, el mundo fue testigo diario de cuerpos de niños palestinos destrozados, torturas sistemáticas y la destrucción total de Gaza, casi borrada del mapa.
¿Qué ocurrió realmente el 7 de octubre de 2023?
Contrario a la narrativa difundida por los medios de comunicación afines a Israel y por su aparato propagandístico, el 7 de octubre no fue un simple ataque, sino una operación, una insurrección o una rebelión.
Desde la Franja de Gaza, un territorio palestino ocupado y bloqueado, se llevó a cabo una operación contra Israel, respaldado por Estados Unidos y dotado de uno de los ejércitos más poderosos del mundo. La operación “Tormenta de Al-Aqsa” de Hamás, organización fundada en 1987 con el objetivo de liberar Palestina, fue ejecutada con gran sigilo.
Durante la operación militar llevada a cabo por la rama armada de Hamás, más de 1.200 israelíes, en su mayoría soldados, perdieron la vida. Alrededor de 250 personas fueron tomadas como rehenes y llevadas a Gaza, algunas de las cuales fueron liberadas posteriormente. Mientras tanto, algunas de ellas murieron a causa de errores del propio ejército israelí, mientras que otras fueron halladas sin vida en Gaza.
Por primera vez en su historia, Israel sufrió tantas bajas civiles y militares en un solo día. A pesar de que el sistema Domo de Hierro interceptó muchos de los cohetes lanzados desde Gaza, las sirenas que sonaron constantemente en el sur de Israel y en Tel Aviv provocaron un colapso psicológico en la sociedad israelí.
Sin embargo, el gobierno de Tel Aviv aprovechó esta situación para llevar a cabo su plan de limpieza étnica en Gaza. Con bombardeos indiscriminados, perpetró masacres contra la población civil, en una serie de crímenes de guerra sin precedentes, ignorando por completo las advertencias de organismos internacionales como la ONU.
Israel y su política de «despalestinización»
Israel ha aplicado durante décadas políticas de masacres y expropiación con el fin de eliminar la presencia palestina en sus territorios. Tras el 7 de octubre, con el apoyo de Estados Unidos, destruyó Gaza por completo. Más de 41.000 personas murieron, más de la mitad de ellas niños. Los enfrentamientos se extendieron a otras regiones, incluyendo Líbano, donde cientos de personas también perdieron la vida.
El bloqueo de alimentos y asistencia médica impuesto por Israel dejó a decenas de miles de sobrevivientes en Gaza sin acceso a alimentos, combustible, electricidad ni medicinas. Actualmente, la mayoría de la población de Gaza vive en campamentos improvisados cerca de la frontera con Egipto. Además, el número de personas heridas que requieren atención médica urgente ha alcanzado niveles alarmantes.
Israel calificó el 7 de octubre como su «11 de septiembre» y utilizó este pretexto para justificar su derecho a la autodefensa, anunciando indirectamente su intención de llevar a cabo masacres sin distinguir entre civiles y combatientes. El propio primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró: «Vamos a cambiar el Medio Oriente», dejando en claro que su objetivo iba más allá de la simple liberación de rehenes.
Por su parte, Hamás justificó la operación como una respuesta necesaria a la ocupación israelí. En su informe del 7 de octubre, la organización defendió la legitimidad de su acción, calificándola como una reacción normal ante los crímenes cometidos contra el pueblo palestino.
Además, Hamás alegó que la mayoría de las muertes de civiles se produjeron por enfrentamientos con las fuerzas israelíes y que muchas víctimas fueron asesinadas por el propio ejército y la policía israelíes en el caos de los combates.
Cuando surgieron imágenes y videos que respaldaban estas afirmaciones, Israel las desmintió. Sin embargo, una investigación del medio británico Double Down News reveló que, siguiendo la directriz “Hannibal”, helicópteros Apache israelíes dispararon hasta agotar su munición, causando la muerte de muchos israelíes, incluidos civiles.
El diario Haaretz había informado anteriormente que el ejército israelí había activado la directriz Hannibal al mediodía del 7 de octubre. En una entrevista en Canal 13, el capitán israelí Bar Zonshein admitió haber disparado proyectiles de tanque contra vehículos que transportaban rehenes hacia Gaza, en aplicación de la doctrina Hannibal, la cual autoriza el uso de fuerza letal incluso contra soldados israelíes para evitar su captura.
La ocupación israelí antes del 7 de octubre
La justificación de Hamás se basaba en las continuas violaciones israelíes contra la población palestina y sus lugares sagrados, en particular la Mezquita de Al-Aqsa.
Antes del 7 de octubre de 2023, Israel ya había matado a al menos 199 palestinos en Cisjordania ese mismo año. Según datos de la ONU, en 2022, Israel llevó a cabo ataques casi diarios en Cisjordania, matando a 154 palestinos, incluyendo la periodista Shireen Abu Akleh, asesinada por un francotirador israelí mientras cubría una incursión en Yenín en mayo de 2022.
Desde 1948, Israel ha ocupado sistemáticamente tierras palestinas bajo el pretexto de su reclamación como «Tierra Prometida». A pesar de que la ONU ha declarado ilegales los asentamientos israelíes en Cisjordania desde 1979, Israel ha construido más de 140 asentamientos, donde residen cientos de miles de colonos armados.
Estas políticas de asentamiento han llevado a que Cisjordania sea descrita como un sistema de «apartheid».
A lo largo de la historia, el sionismo político ha jugado un papel clave en la ocupación de Palestina. Desde la Nakba de 1948 hasta la Guerra de los Seis Días en 1967, Israel ha desplazado a cientos de miles de palestinos de sus hogares.
Actualmente, más de cinco millones de palestinos viven en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, mientras que otros 1,6 millones son ciudadanos de Israel. Además, millones de palestinos viven en el exilio, principalmente en Líbano y Jordania.
Como se mencionó al principio, nada comenzó el 7 de octubre. Ese día representó una resistencia y un levantamiento contra la ocupación israelí.