Ibrahim Kalın siempre ha destacado por su perfil democrático, enfatizando en sus libros, artículos y entrevistas la convivencia pacífica, la coexistencia armoniosa entre todas las etnias y religiones y el valor de la democracia. Ahora, como máximo responsable de una de las instituciones más importantes del aparato de seguridad, se ha convertido en una figura central en estos debates. Probablemente seguirá siendo foco de atención como el único jefe de inteligencia en el mundo con formación como filósofo, músico y académico.
La ofensiva iniciada por los opositores contra el régimen de Assad el 17 de noviembre sorprendió al mundo por su rapidez inesperada, alcanzando el centro de Damasco en solo once días. El régimen de Assad, que había durado 61 años, cayó definitivamente el 8 de diciembre de 2024.
Mientras las grandes potencias mundiales intentaban decidir qué posición adoptar frente a esta vertiginosa situación, Ahmad Al-Sharaa, líder del movimiento Hayat Tahrir al-Sham/Organización para la Liberación del Levante (HTS), hizo declaraciones sorprendentes que contribuyeron a restablecer la normalidad en las ciudades en apenas cuatro días. No hubo caos, masacres ni venganzas, y la población se adaptó rápidamente a la nueva situación.
Las declaraciones diplomáticas de Al-Sharaa, sus discursos inclusivos y cuidadosamente elaborados, atrajeron naturalmente la atención de gobiernos, políticos y medios de comunicación. A partir de entonces, muchos comenzaron a considerar que detrás de esta rápida operación y de las afirmaciones políticas existía una inteligencia estatal que había guiado los acontecimientos.
Hasta el 12 de diciembre circularon especulaciones que atribuían dicha inteligencia a países como Reino Unido, Estados Unidos, Israel o Rusia. Nadie parecía dispuesto a creer que HTS y otros grupos pudiesen haber cambiado, evolucionado o logrado avances significativos por sí mismos.
Sin embargo, una fotografía publicada el 12 de diciembre puso fin definitivamente a todas las especulaciones.
UN JEFE DE INTELIGENCIA EN DAMASCO
Mientras los distintos Estados aún no habían decidido cómo relacionarse o qué posición adoptar frente al nuevo gobierno sirio, una noticia increíble y sumamente sorprendente comenzó a circular en los medios de comunicación. Ibrahim Kalın, director de la Organización Nacional de Inteligencia de Türkiye (MİT), había llegado a Damasco. Los medios intentaron desesperadamente confirmar la información contactando con todas sus fuentes, pero no obtuvieron respuesta.
Poco después comenzó a difundirse en las calles de Damasco un video tomado por ciudadanos comunes. En el video aparecía un vehículo en cuyo asiento delantero estaban Ibrahim Kalın y Ahmad Al-Sharaa, el nuevo líder sirio. Aunque la grabación no era completamente clara, todos trataban de confirmar la veracidad de tan impactante escena.
El autor de este artículo tuvo la oportunidad de ver personalmente ese vehículo famoso recorriendo las calles de Damasco y confirmó que, efectivamente, en su interior viajaban Ibrahim Kalın y Ahmad Al-Sharaa. Al-Sharaa conducía el vehículo mientras Kalın ocupaba el asiento del copiloto.
Esta situación excepcional se difundió rápidamente por todo el mundo, pero la discusión quedó definitivamente resuelta cuando el 12 de diciembre de 2024 se publicó una fotografía del director de la inteligencia turca, Ibrahim Kalın, rezando en la Gran Mezquita de los Omeyas en Damasco.
Quedó entonces confirmado que el jefe de inteligencia turco estaba en Damasco, realizando una serie de visitas y reuniones oficiales.
A partir de ese momento, en todo el mundo comenzó a discutirse intensamente la significativa influencia que Türkiye había tenido en la revolución siria.
En realidad, enviando a su jefe de inteligencia a Damasco, Türkiye estaba enviando un mensaje claro al mundo: Türkiye no solo estaba presente en Idlib, Azaz o Jarablus, sino también en el corazón de Damasco, respaldando a los legítimos representantes del pueblo sirio.
¿QUIÉN ES IBRAHİM KALIN?
La imagen sonriente del director de la Inteligencia Nacional de Türkiye (MİT), captada en la Gran Mezquita de los Omeyas y en las calles de Damasco, despertó una gran curiosidad. En realidad, Ibrahim Kalın no era un desconocido. Como portavoz del presidente Erdogan, apareció con frecuencia en los medios internacionales, y sus declaraciones fueron ampliamente citadas. Además, sus trabajos intelectuales eran conocidos en círculos académicos desde Estados Unidos hasta el Reino Unido.
Sin embargo, ahora se había vuelto prácticamente invisible en uno de los campos más difíciles del mundo: la inteligencia. A medida que surgían aspectos desconocidos de su vida, el asombro alrededor de su perfil crecía aún más.
UNA CARRERA DESDE LA ACADEMIA HASTA LA JEFATURA DE INTELIGENCIA
«En realidad, nunca tuve planes relacionados con la política ni con un cargo estatal. Desde niño siempre me imaginé a mí mismo como académico, como una persona dedicada al conocimiento. Mi sueño siempre estuvo orientado hacia ese ámbito. Gracias a Dios, parcialmente lo he cumplido, porque he tenido una vida académica».
De esta manera definió Ibrahim Kalın su trayectoria ideal en una entrevista concedida a los medios. Pero la vida lo llevó quizá a un destino que jamás había imaginado.
Su familia proviene de Erzurum, una ciudad al este de Türkiye famosa por sus inviernos fríos, montañas elevadas y canciones tradicionales. Él nació en Estambul en 1971 y cursó la escuela secundaria en diferentes ciudades. Para estudiar en la universidad volvió a su ciudad natal, ingresando a la Universidad de Estambul para estudiar Historia. Desde sus años de estudiante siguió de cerca la evolución política, perfilando desde entonces una carrera académica. Durante su juventud sus amigos lo llamaban afectuosamente «agabeg/hermano mayor» con acento típico de Erzurum, debido a su personalidad protectora, generosa y fraternal.
En 1992, tras graduarse en la universidad, viajó a Malasia para realizar estudios de posgrado en pensamiento islámico y filosofía.
Kalın terminó en 1994 su tesis de maestría sobre la filosofía de Molla Sadra y regresó a Türkiye. Un año después partió hacia Estados Unidos, donde llevó a cabo sus estudios de doctorado primero en Holy Cross y posteriormente en la Universidad de Georgetown. Su investigación doctoral versó sobre «La teoría del conocimiento de Molla Sadra y la posibilidad de una epistemología anti-subjetivista», especializándose en humanidades comparadas y filosofía.
En 2002 obtuvo su título de doctor en Georgetown, encontrándose entonces frente a una importante bifurcación en su camino.
UNA DECISIÓN CRÍTICA EN LA ENCRUCIJADA
El mismo año en que el Dr. Ibrahim Kalın obtenía su título de doctorado en la Universidad de Georgetown, en Türkiye se vivía una gran transformación política. Recep Tayyip Erdogan había ganado con gran margen las elecciones de 2002, logrando así gobernar en solitario. Tras esta histórica victoria del movimiento conservador, se inició un profundo cambio en el país.
Erdogan comenzó a rodearse de intelectuales, figuras reconocidas y jóvenes talentosos del entorno conservador. Ibrahim Kalın, por su carrera y formación académica, era uno de los jóvenes más prometedores y destacados de dicho círculo. Los dirigentes del Partido AK le propusieron regresar a Türkiye para establecer un centro internacional de pensamiento y generar ideas para el país.
Durante un tiempo, Kalın estuvo indeciso entre permanecer en Georgetown, continuando su carrera académica, o regresar a Turquía para dedicarse a una vida con mayor peso político.
Finalmente aceptó la propuesta y volvió a Türkiye en 2005, a los 34 años, para fundar la Fundación para la Investigación Política, Económica y Social (SETA). A partir de entonces comenzó a trabajar estrechamente con el Primer Ministro Erdoğan. Esa cercanía marcó el inicio del camino que llevaría a Ibrahim Kalın hasta su cargo como jefe de inteligencia, cuya imagen rezando en la Mezquita de los Omeyas en Damasco recorrió el mundo.
¿PUEDEN COMPATIBILIZARSE LA BUROCRACIA Y LA ACADEMIA?
La disciplina en la lectura y escritura que Ibrahim Kalın mantenía desde sus años universitarios continuó con relativa facilidad durante su etapa como presidente de SETA. No obstante, el Primer Ministro Erdoğan decidió acercarlo aún más ofreciéndole una nueva responsabilidad. Cuando el asesor de política exterior, el Prof. Ahmet Davutoglu, asumió el cargo de ministro de Asuntos Exteriores, Ibrahim Kalın entró rápidamente en el frenético ritmo de trabajo en la oficina del Primer Ministro. A pesar de ello, nunca abandonó sus actividades académicas, publicando numerosos libros sobre filosofía y pensamiento, hasta obtener el título de profesor en 2020.
“He llegado a ser profesor, pero no utilizo demasiado estos títulos… Los títulos son algo externo que se añade a la persona. Lo verdaderamente importante es la esencia, el propio ser humano. Aunque es agradable recibir reconocimientos, estos son solamente títulos profesionales. La categoría de profesor no es académica, sino administrativa. En mi opinión, estos títulos ocultan la verdadera identidad y la profundidad intelectual del individuo.”
Tras la elección de Erdogan como presidente, Ibrahim Kalın ascendió nuevamente en su carrera política como embajador y portavoz presidencial. Desde entonces, ha llevado a cabo una intensa labor en áreas como la política, diplomacia, medios de comunicación y academia, sin descuidar en ningún momento su producción filosófica e intelectual. Sus libros han sido publicados por prestigiosas instituciones como la Universidad de Oxford en Inglaterra y la Universidad Brigham Young en Estados Unidos, siendo posteriormente traducidos a múltiples idiomas.
“Nuestro ritmo de trabajo es muy intenso, pero procuramos gestionar eficazmente nuestro tiempo. He notado especialmente los beneficios de la disciplina de lectura y escritura adquirida en mi trayectoria académica. En nuestro ámbito no existen realmente los conceptos de fin de semana o diferencia entre día y noche, pues debemos estar siempre preparados. Por eso, muchas páginas de mis libros fueron escritas en aviones, hoteles en diversos países, madrugando temprano los domingos o permaneciendo despierto hasta altas horas de la noche. Desde que comencé a trabajar directamente con el presidente, intento aprender de su gran habilidad para administrar el tiempo de manera eficaz.”
UN JEFE DE INTELIGENCIA MÚSICO Y COMPOSITOR
Ibrahim Kalın mostró un profundo interés por la música turca desde sus años de secundaria, época en la que aprendió a tocar el saz. Su profesor de música, Mithat, fue quien en la ciudad de Alanya le enseñó este instrumento y cultivó su amor por la música.
Kalın nunca abandonó el saz, llegando incluso a interpretar canciones tradicionales turcas. Durante su estancia en Estados Unidos, formó un pequeño grupo musical con amigos, ofreciendo conciertos modestos. Además del saz, también dominó la flauta ney, y varias de sus composiciones musicales fueron interpretadas por artistas famosos en Türkiye.
Inspirado por las teorías musicales del célebre filósofo Al-Farabi, Kalın definió su relación con la música de la siguiente manera:
«Mi relación con la música y el arte no es simplemente un pasatiempo o algo que hago para ocupar mi tiempo libre. Lo considero parte fundamental de mi búsqueda personal, de mi esfuerzo por comprender y dotar de significado a la existencia. Son actividades que enriquecen mi vida y otorgan mayor significado a mi trabajo. Las practico precisamente porque las considero valiosas e importantes en sí mismas.»
INCORPORANDO EL ENFOQUE ACADÉMICO A LA INTELIGENCIA
Que un profesor de filosofía se convierta en jefe de inteligencia no es algo habitual. Sin embargo, durante los últimos veinte años, Ibrahim Kalın estuvo estrechamente vinculado al presidente Erdogan, participando intensamente en temas de política, diplomacia y seguridad. Estuvo involucrado profundamente en todos los expedientes de seguridad y diplomacia en los que Türkiye tenía intereses. Por esta razón, tras el nombramiento del jefe del MIT, Hakan Fidan, como Ministro de Relaciones Exteriores en junio de 2023, Erdogan designó a Kalın como su sucesor. Se afirma que en esta elección no solo influyó su amplia carrera burocrática, sino también la gran confianza personal desarrollada con el presidente Erdogan.
Desde su nombramiento como jefe de inteligencia, Kalın abordó expedientes sumamente delicados, combatiendo grupos terroristas como el PKK, ISIS, Al-Qaeda y FETÖ. Jugó un papel activo para lograr el alto al fuego en la guerra de Gaza, marcada por graves violaciones humanitarias. Paralelamente, desmanteló una extensa red de espionaje del Mossad en territorio turco. El 1 de agosto de 2024, coordinó una de las operaciones de intercambio de rehenes más grandes de la historia reciente, involucrando a siete países, entre ellos EE.UU., Rusia y Alemania, con Ankara como escenario central.
Durante su mandato, Kalın comenzó a integrar su perfil académico al funcionamiento del organismo. Una de sus primeras iniciativas fue la creación de la Academia de Inteligencia, donde se imparten estudios de maestría y doctorado en seguridad, inteligencia y geopolítica. Esta academia también publica regularmente informes sobre crisis internacionales.
De este modo, Ibrahim Kalın consiguió unir su faceta académica con la inteligencia estatal. Sorprendentemente, y a pesar de su intensa carga laboral como jefe de inteligencia, encontró tiempo para escribir un nuevo libro titulado «Islam, Ilustración y Futuro».
¿QUÉ HARÁ EN EL DELICADO EQUILIBRIO ENTRE SEGURIDAD Y LIBERTAD?
Una de las discusiones más antiguas en política es el equilibrio entre seguridad y libertad, una cuestión crucial para cualquier nación. En el caso de Türkiye, esta cuestión adquiere particular relevancia debido a las constantes tensiones generadas por conflictos regionales que repercuten directamente en el país. Las crisis de los países vecinos frecuentemente han provocado oleadas migratorias, ataques terroristas e incluso golpes militares en suelo turco.
En contextos tan complejos, Türkiye incrementó inevitablemente su sensibilidad en cuestiones de seguridad, convirtiéndose también en foco de debates sobre posibles restricciones a las libertades individuales. Ahora, Ibrahim Kalın, conocido previamente por sus posiciones democráticas y su énfasis en la convivencia pacífica, la diversidad étnica y religiosa y el respeto por la democracia, se ha convertido en un actor principal en estos debates al asumir la dirección de la institución más importante del ámbito de seguridad del país.
Kalın realizó hasta ahora una sola aparición pública como jefe de la inteligencia nacional Turca (MİT). En un discurso pronunciado con motivo del aniversario de la creación del MİT y de la inauguración de la Academia de Inteligencia, declaró su postura en defensa de «un modelo equilibrado de seguridad que respete las libertades», dejando clara su visión democrática.
Sintetizó su enfoque así: “La seguridad no debe comprometer las libertades. La seguridad existe para garantizar que estas puedan disfrutarse plenamente”. Sin embargo, no es difícil imaginar los desafíos prácticos de implementar tal filosofía en Oriente Medio, una región que se asemeja a un círculo de fuego por sus conflictos permanentes. No obstante, ya se empiezan a percibir parcialmente los efectos positivos de esta visión en Siria.
En el contexto global, Ibrahim Kalın se distingue como el único jefe de inteligencia con formación filosófica y académica, además de su faceta como músico. Su desempeño en esta delicada tarea, equilibrando seguridad y libertades en una región tan compleja como Oriente Medio, seguirá siendo objeto de gran interés internacional.