¿Será Marjorie Taylor Greene La Primera Presidenta De Estados Unidos?

diciembre 1, 2025
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Marjorie Taylor Greene conserva todavía una notable popularidad entre amplios sectores de la base de Make America Great Again y, en las proyecciones sobre posibles futuros mandatarios, mantiene el tercer lugar detrás del vicepresidente JD Vance y del secretario de Estado Marco Rubio. Considerando que aún dispone de tres años para perfeccionar su imagen pública, MTG podría tener con o sin el respaldo de Donald Trump una posibilidad real de convertirse en la primera mujer en ocupar la presidencia de los Estados Unidos.

Tras un duro enfrentamiento con el presidente estadounidense Donald Trump, la congresista republicana Marjorie Taylor Greene habría comunicado a sus allegados que está considerando postularse a la presidencia en 2028, según informa TIME.
Pero ¿puede ganar sin el apoyo de Trump?

Marjorie Taylor Greene o simplemente MTG, quien alcanzó notoriedad como una de las defensoras más fervientes de Trump y figura independiente de la derecha más dura y radical, se ha convertido en los últimos meses en una inesperada voz disidente frente al presidente. Ha cuestionado sus políticas económicas, ha criticado el apoyo a Ucrania e Israel por considerarlo contrario al lema America First y, más recientemente, exigió la publicación de los archivos Epstein, pese a la resistencia inicial del propio Trump.

Y justo cuando el clima político comenzaba a calentarse, Greene anunció repentinamente, mediante un vídeo de diez minutos que se volvió viral en YouTube, que renunciaba a su escaño en el Congreso a partir del 5 de enero.

“Ya nada mejora para los hombres y mujeres de la clase media estadounidense”, comenzó en un apasionado discurso de despedida. “Las pequeñas empresas siguen siendo devoradas por las grandes corporaciones… La familia estadounidense promedio ya no puede sobrevivir con un solo ingreso; para mantenerse a flote, ambos padres tienen que trabajar”.

Hacia el final de su intervención, Greene calificó su disputa con Trump como “absurda y totalmente frívola”. “Me niego a ser la esposa maltratada que espera que todo pase y se arregle por sí solo”, afirmó.

A la luz de todo ello, no parecen las palabras de una “esposa maltratada” dispuesta a apartarse de los innumerables problemas internos de Estados Unidos. Aunque Greene no ha anunciado formalmente su intención de competir por la presidencia, su discurso de renuncia sonó más bien a la primera parada de una campaña presidencial.

Mientras tanto, Trump conocido por su escasa paciencia hacia quienes desafían su visión del mundo celebró la retirada de Greene de la política estadounidense como “una gran noticia para el país”. Consultado por un periodista de ABC News sobre si Greene le había informado previamente de su decisión, respondió: “No, no importa… pero me parece fantástico. Creo que debería estar contenta”.

La brecha entre Trump y Greene comenzó a hacerse visible en junio, cuando el gobierno del presidente, convencido de que Irán estaba trabajando en una bomba nuclear, se preparaba para atacar ese país. Greene se alineó entonces tanto con los aislacionistas de America First como con sectores progresistas de extrema izquierda opuestos a una guerra contra el Estado Islámico. En un tuit afirmó:
“Los estadounidenses no quieren bombardear Irán porque el gobierno secular de Israel dice que Irán está a punto de desarrollar una bomba nuclear”.

En el mismo mensaje añadió que en su propio distrito electoral “no conoce a una sola persona que piense en Irán”.

La ruptura entre Greene y Trump se volvió irreparable tras el choque por la publicación de los archivos Epstein. Estos documentos, que se sabe contienen numerosas referencias al mandatario estadounidense debido a su amistad de más de quince años con el fallecido financiero, fueron minimizados por Trump como “artimañas de los demócratas”. Greene, siempre atenta a los cambios del viento político, exigió que los documentos vinculados a un pedófilo convicto se hicieran públicos de inmediato.

Trump accedió a regañadientes a su divulgación probablemente censurada hasta volverla irrelevante y, acto seguido, tachó a Greene de “traidora”, retirándole de manera pública su respaldo. En Truth Social escribió:
“Retiro mi apoyo y mi respaldo a la ‘Congresista’ Marjorie Taylor Greene del Estado de Georgia”.

Greene respondió que esa acusación era peligrosa, pues podría incitar a extremistas en su contra. “Ese tipo de palabras puede radicalizar a la gente y poner en riesgo mi vida”, afirmó, calificando este episodio como la disputa más grave que había tenido con Trump.

Más allá de si puede ganar la presidencia sin el respaldo de Trump, surge otra pregunta: ¿está Greene capacitada para el cargo? Aunque no cabe duda acerca de la firmeza de sus convicciones ni de su habilidad para expresarlas, algunos consideran que sus excentricidades constituyen un problema.

El 3 de septiembre de 2020, mientras hacía campaña para su escaño en la Cámara de Representantes, Greene publicó en Facebook una imagen en la que aparecía empuñando un rifle AR-15 junto a las fotografías de Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar y Rashida Tlaib, congresistas demócratas. Greene escribió que había llegado el momento de que “los cristianos conservadores fuertes se alcen contra estas socialistas que quieren destruir nuestro país”; la descripción de la imagen, en referencia al ala progresista del Partido Demócrata, rezaba: “La peor pesadilla del ‘Squad’”.

Un mensaje extraño, ciertamente, para una mujer que afirma temer la “violencia política”. A las pocas horas, Facebook eliminó la imagen por violar su política contra la incitación a la violencia, lo que llevó a Greene a denunciar que los demócratas intentaban “cancelarla”. Algunos consideraron que había ido demasiado lejos; otros vieron en su gesto la clase de maniobra frontal, al estilo Trump, que podría atraer a votantes conservadores hartos del wokeness y de la corrección política.

En otro episodio, Greene expresó su apoyo a teorías conspirativas según las cuales los atentados del 11 de septiembre fueron un “trabajo interno” y el tiroteo escolar de Sandy Hook había sido escenificado. También afirmó que los incendios forestales de California de 2018 los más mortíferos y destructivos en la historia del estado habían sido provocados por la familia Rothschild para despejar terreno destinado a un proyecto ferroviario. La prensa recogió rápidamente la historia y sostuvo que Greene había hablado de “láseres espaciales judíos”, una afirmación que ella negó, aunque la controversia persistió.

A pesar de estos reveses temporales, Greene sigue siendo popular entre un amplio sector de la base de Make America Great Again y continúa apareciendo en las encuestas en tercer lugar, por detrás del vicepresidente JD Vance y del secretario de Estado Marco Rubio, como posible futura presidenta de Estados Unidos. Dado que aún dispone de tres años para pulir su imagen, MTG podría tener una oportunidad realista de convertirse en la primera mujer en ocupar la presidencia del país, con o sin el apoyo de Donald Trump.

Fuente:https://strategic-culture.su/news/2025/11/25/will-marjorie-taylor-greene-become-americas-first-female-president/