La Evasión de la Realidad

mayo 7, 2025
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A medida que los avances tecnológicos nos permiten crear mundos virtuales y realidades alternativas, enfrentamos cada vez más el problema de escapar de la realidad y vivir en un mundo de fantasía. Las imágenes en las pantallas están reemplazando rápidamente a los objetos reales, lo que nos aleja de la naturaleza y de las demás personas. Amamos más nuestra imagen en las pantallas que a nosotros mismos. Los nuevos desarrollos en el campo de la inteligencia artificial (IA) nos conducirán aún más hacia territorios desconocidos. ¿Podremos los seres humanos mantener nuestra humanidad viviendo entre estos mundos alternativos?

Crear realidades alternativas no necesariamente debe ser visto como algo negativo. La creación de alternativas es una capacidad que la literatura nos ha ofrecido de manera creativa y enriquecedora. Señalar hacia un mundo ideal puede ayudarnos a mantener elevadas nuestras esperanzas y estándares. Sin embargo, también puede convertirse en una forma ilusoria de huir de la realidad, la cual define nuestra condición humana y nos obliga a asumir la responsabilidad de nuestras acciones. Escapamos de una realidad que nosotros mismos hemos creado y de la cual ya no podemos soportar ser parte. Reemplazar esta realidad con mundos virtuales, máquinas, robots e invenciones de inteligencia artificial no es el camino para encontrar paz, serenidad, felicidad ni satisfacción. Al contrario, puede llevarnos a perdernos en la estructura estratificada de mundos imaginarios.

En los últimos años, diversas novelas y películas han abordado esta fascinación por las posibilidades de la inteligencia artificial y la superación de los límites humanos. Entre muchas otras obras, las trilogías de Matrix, Ex Machina, Westworld, Black Mirror, I Robot y Blade Runner 2049 narran tanto las oportunidades como las consecuencias destructivas de construir nuevas realidades. Un tema recurrente es cómo se redefine la humanidad ante los avances tecnológicos y el deseo interminable de querer siempre más. ¿Qué sucede cuando nos sobrepasamos y nos convertimos en prisioneros de nuestras propias creaciones? Como nos enseña la historia siempre vigente de Frankenstein, ¿cómo enfrentaremos a los monstruos que nosotros mismos engendramos?

La película Ghost in the Shell (2017), dirigida por Rupert Sanders y protagonizada por Scarlett Johansson, plantea la cuestión de qué sucede cuando los seres humanos son utilizados como máquinas para el beneficio personal o corporativo. La protagonista, la Mayor Motoko Kusanagi (Johansson), es una soldado cibernética que combate criminales en el mundo. Es la primera de su tipo: un «fantasma» una conciencia humana incorporado en un cuerpo robótico, una «cáscara» perfeccionada. Cuando descubre que ha sido manipulada y convertida contra su voluntad en un objeto de inteligencia artificial, comienza a cuestionarlo todo.

Aunque su narrativa es en ocasiones sencilla, la película plantea importantes interrogantes morales y filosóficos. ¿Qué sucede cuando los gobiernos y las grandes corporaciones comienzan a alterar las mentes y las almas humanas en beneficio propio? ¿Quién puede arrogarse el derecho de rediseñar los recuerdos y las emociones de las personas para que olviden su pasado y obedezcan ciegamente? Forzar a los seres humanos a creer que vivirán una vida mejor y más feliz en un mundo virtual mucho más allá de su realidad actual constituye una traición a nuestros valores fundamentales, pues ya no serían ellos mismos, sino una simulación: un programa, un «fantasma» perfeccionado en un cuerpo ideal.

En Ghost in the Shell se representa un futuro distópico en el que ocurren hechos aterradores. Sin embargo, no necesitamos mirar demasiado lejos para reconocer que esta situación ya está ocurriendo. Hoy en día, las tecnologías y las corporaciones orientadas al lucro intentan modificar las percepciones, los deseos y los gustos de las personas para convertirlas en sirvientes incondicionales del capitalismo de consumo. Para estas empresas, las personas sentirán satisfacción gastando más, deseando más y transformándose en algo distinto a sí mismas. Lo más preocupante es que la mayoría está dispuesta a pagar el precio de esta ilusión de existencia perfecta.

Parece que vivimos moldeados por el deseo de escapar de nuestra realidad a cualquier precio hacia un mundo imaginario. ¿Por qué las personas desean refugiarse en un mundo que saben que no es real? ¿De qué estamos huyendo? ¿Qué falta en nuestras vidas que nos impulsa a refugiarnos en mundos artificiales y virtuales cuya falsedad reconocemos plenamente?

No estoy seguro de que estemos preparados para plantearnos estas preguntas de manera seria y honesta. Si alguna vez lo logramos, el hechizo de esta ilusión egoísta se disipará y quizá nos enfrentemos con sus virtudes y defectos a nuestra humanidad desnuda. Entonces tal vez comprendamos que lo que define nuestra humanidad no es la capacidad de crear máquinas superiores a nosotros mismos, sino el acercamiento a la naturaleza y a los demás seres humanos con conocimiento, cuidado y amor. Crear sistemas autodestructivos no es, ni de lejos, el uso más sabio de nuestros dones divinos.

En lugar de construir mundos imaginarios para escapar de la realidad, deberíamos transformar nuestra mente y nuestro espíritu para poder vivir en armonía con ella. Tal vez podamos intentar mejorar el estado de nuestra realidad de manera que no sintamos la necesidad de huir de ella. Esto exige cuestionar seriamente nuestras prioridades modernas y buscar un nuevo rumbo que nos acerque más a nuestra realidad interior y a nuestra humanidad compartida.

Fuente; https://www.dailysabah.com/columns/ibrahim-kalin/2017/11/11/escape-from-reality

 

Prof. İbrahim Kalın

Profesor İbrahim Kalın nació en Estambul en 1971. Se graduó en el Departamento de Historia de la Universidad de Estambul. Completó su maestría en 1994 en la Universidad Islámica Internacional de Malasia. Obtuvo su doctorado en 2002 en la Universidad George Washington y fue nombrado profesor en 2020 por la Universidad Ibn Haldun. Ha impartido clases en varias universidades, entre ellas Georgetown, Bilkent e Ibn Haldun. Ha sido miembro de los consejos de administración de la Universidad Internacional Kazajo-Turca Ahmet Yesevi y de la Universidad Turco-Japonesa de Ciencia y Tecnología. En 2005, fundó la Fundación SETA (Fundación para la Investigación Política, Económica y Social) y asumió su presidencia.

Ha escrito numerosos artículos, ponencias y libros publicados en medios académicos internacionales, muchos de los cuales han sido traducidos a varios idiomas, incluidos el inglés y el árabe. Ha presentado comunicaciones en diversos consejos, congresos, conferencias y paneles, y ha contribuido en talleres. Con sus publicaciones en disciplinas como la política exterior turca, la política, la filosofía y la historia, ha enriquecido la literatura académica.

Desde 2009, ha ocupado sucesivamente los cargos de Asesor Principal del Primer Ministro para Asuntos de Política Exterior, Coordinador de Diplomacia Pública (cargo que él mismo fundó), Subsecretario Adjunto del Primer Ministro responsable de Relaciones Exteriores y Diplomacia Pública, Secretario General Adjunto de la Presidencia responsable de Estrategia y Relaciones Internacionales, Vicepresidente del Consejo de Seguridad y Políticas Exteriores de la Presidencia, y Asesor Principal del Presidente para Asuntos de Seguridad y Política Exterior. Además de sus funciones burocráticas, desempeñó el cargo de Portavoz Presidencial desde 2014, con el título de embajador, hasta su nombramiento como Director de la Organización Nacional de Inteligencia en junio de 2023. El Profesor İbrahim Kalın posee un dominio sobresaliente de los idiomas inglés, árabe, persa y francés.

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