¿Hay una “Broligarquía” en Estados Unidos?

La idea de broligarquía surgió con el apoyo de magnates tecnológicos de Silicon Valley a Donald Trump y se ha forjado con su participación y relación con el Gobierno. Elon Musk, Peter Thiel, Jeff Bezos o Mark Zuckerberg son sus máximos representantes.

La broligarquía es un neologismo utilizado en referencia al grupo de grandes empresarios del sector tecnológico en Estados Unidos vinculados al Gobierno de Donald Trump. El término deriva de la abreviatura bro (de brother, ‘hermano’ en inglés), utilizada en jerga juvenil para mencionar a alguien que pertenece al mismo grupo social, y la palabra oligarquía, que es la forma de gobierno en la que el poder lo ejercen unos pocos. En el caso del fenómeno estadounidense, la idea ha surgido para hablar de los dueños y CEO de las principales empresas de Silicon Valley por su papel y relaciones con la Administración Trump.

La Broligarquía Estadounidense

El origen de la broligarquía estadounidense es anterior a la vuelta de Trump al poder. Una de sus primeras figuras fue Peter Thiel, cofundador de PayPal junto a Elon Musk, promotor de la ideología neoreaccionaria en Silicon Valley. El movimiento neorreaccionario pretende instalar un nuevo sistema en el que los grandes empresarios sean los líderes de la sociedad. De hecho, Thiel fue clave en el ascenso del actual vicepresidente, J. D. Vance, al llevarlo a trabajar en sus empresas y financiar sus campañas electorales.

El dinero de grandes empresarios ha influido históricamente en el sistema electoral estadounidense. Sin embargo, Thiel, Musk y otros magnates de Silicon Valley fueron más allá y se convirtieron en los principales donantes del Partido Republicano para asegurar el regreso de Trump a la Casa Blanca. Para entonces el término broligarchy empezaba a aparecer en medios en referencia a este fenómeno. Esta tendencia llevó a Joe Biden a advertir en su discurso de despedida que en Estados Unidos se estaba formando una oligarquía, idea que también comparte el senador y excandidato demócrata Bernie Sanders.

Con todo, la idea de la broligarquía tomó forma con la toma de posesión de Trump el pasado 20 de enero. En primera fila estuvieron los tres hombres más ricos del mundo: Elon Musk (Tesla, SpaceX o X), Jeff Bezos (fundador de Amazon) y Mark Zuckerberg (Meta), además de Sundar Pichai (CEO de Google). También estuvieron Tim Cook (CEO de Apple) y Shou Chew (TikTok). Fue una muestra de su relación con Trump, así como un reflejo de su poder y un anuncio del rumbo que tomaría Estados Unidos.

El mayor ejemplo ha sido Elon Musk. Cumpliendo una promesa de campaña, Trump lo nombró director del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental. Desde esa posición, el magnate ha impulsado el despido masivo de funcionarios y el recorte de la ayuda internacional estadounidense, mientras promueve su programa político a través de su plataforma X, la antigua Twitter. Asimismo, Mark Zuckerberg eliminó a los verificadores de información en Facebook e Instagram, y Jeff Bezos, también dueño del Washington Post, limitó las opiniones del periódico a la defensa de las libertades individuales y del libre mercado.

 Qué Quieren Los Broligarcas

Los miembros de la broligarquía estadounidense no sólo comparten cargos o estatus, sino también ideales más allá del libertarismo. No son anarcocapitalistas, sino que con su relación o participación en el Gobierno buscan acabar las medidas que limitan su poder y el de sus empresas, incluyendo restricciones democráticas. Es decir, ganar poder sin asumir responsabilidades. Thiel y Musk van más allá, al defender ideas vinculadas con la ideología neorreaccionaria, que es antidemocrática, antiliberal, antiigualitaria y aceleracionista, es decir, que busca forzar un conflicto que dé lugar a un nuevo régimen político.

Como parte de esas ideas de ausencia de límites, los broligarcas también están vinculados con el transhumanismo. Este movimiento defiende el uso de la tecnología para alterar la biología humana, evolucionar las especies y, finalmente, poder hacer frente a la muerte. Para ello, Musk, Thiel, Bezos, Zuckerberg o Sam Altman (CEO de OpenAI) han invertido en tecnologías que aumentan la longevidad.

Asimismo, la broligarquía estadounidense destaca por reunir a los directores de las principales plataformas digitales del mundo, como Meta o X. En sus manos está el control de los algoritmos de las redes sociales más importantes, por lo que tienen el poder de decidir qué tipo de contenido recibe más o menos alcance, lo cual puede suponer incompatibilidades con la democracia. En cambio, se ha planteado que esto presenta más similitudes con un sistema tecnofeudal, dominado por los dueños de los datos de los usuarios.

Nerea Seijas

Fuente;https://elordenmundial.com/broligarquia-estados-unidos/